La modernización de los despachos de abogados de la mano del Cloud computing
- El Cloud computing como herramienta de productividad
El cloud computing (o computación en la nube) es un modelo tecnológico accesible desde
cualquier lugar y momento que permite ofrecer a los despachos de abogados
sistemas y aplicaciones informáticas bajo demanda, lo que posibilita, a su vez,
que éstos accedan a las últimas tecnologías a un coste reducido, evitándose
grandes inversiones en hardware y software.
Es preciso
destacar que desde una perspectiva analítica contable, la contratación de
estos servicios provoca la sustitución de una "compra" o alquiler de una máquina, junto su software exclusivo, por un “suministro”. Esta conceptualización del recurso
como gasto en lugar de inversión permite a los despachos de abogados dimensionar
sus necesidades de recursos informáticos y la adaptación de éstos a entornos y contextos
diferenciados y cambiantes.
En la
siguiente infografía, se muestran los principales aspectos a tener en cuenta respecto
de la computación en la nube para los despachos de abogados, con el propósito valorar la
incidencia que éstos pudieran provocar en la seguridad.
2. ¿Cómo debe afrontar un despacho de abogados el problema de la seguridad y confidencialidad de sus datos?
En primer
lugar, es importante explicar que la carga de la responsabilidad sobre la
seguridad del servicio de cloud computing se reparte entre las partes contratantes, de tal manera que a pesar de que la empresa
proveedora deberá encargarse de garantizar la seguridad física en sus centros de
procesos de datos y de mantener sus equipos actualizados, los despachos de
abogados asumirán la responsabilidad de mantener el sistema operativo y las
aplicaciones que instale correctamente configuradas, actualizadas a las últimas
versiones y ajustadas a las indicaciones de seguridad correspondientes, con
independencia del modelo de la contratación y del propio servicio.
Como
garantía al cumplimiento de esta responsabilidad, se llevan a cabo Acuerdos de Nivel de Servicio (ANS), que variarán en función del servicio ofertado y de la
confidencialidad de los datos para cuya gestión se contrata. En el sector
de la abogacía, el tratamiento de estos datos adquiere especial relevancia, ya
que, por su propia naturaleza, se requiere una mayor preservación en cuanto a
autenticidad, fiabilidad y usabilidad. (Para más información consultar el Código Deontológico de la Abogacía Española).
Teniendo esto
en cuenta, es especialmente relevante que, el despacho de abogados lleve a cabo
una evaluación de riesgos lo suficientemente exhaustiva como para ser capaz de
anticipar los posibles incidentes a los que pudieran conducir las amenazas
inherentes a la contratación de servicios de
cloud computing; evaluación que, además, debería verse reflejada en los
antes mencionados ANS.
En el siguiente vídeo se explican más profundamente estas amenazas y riesgos propios de los servicios de computación en la nube:
3. ¿Es el cloud computing un servicio recomendable para despachos de abogados?
Teniendo en cuenta lo explicado anteriormente, y en un mundo en el que la tecnología avanza como mecanismo
para facilitar las tareas del día a día, parece atractivo, a priori, que un despacho de abogados haga uso
del cloud computing para externalizar sus necesidades tecnológicas.
Sin embargo, este servicio no está al alcance de cualquiera, de manera que cada despacho deberá valorar individualmente sus necesidades, recursos, posibilidades, y aptitudes, tanto a la hora de contratarlo como en lo que a su mantenimiento se refiere. Asimismo, en atención a sus capacidades organizativas y de seguridad, será más recomendable optar por un modelo de servicio de nube cuya gestión implique más o menos esfuerzo (SaaS, PaaS, IaaS).
En cualquier caso, todos deberían plantearse la posibilidad de adentrarse en el mundo cloud en prospectiva, ya que, a pesar de los posibles riesgos, ¿qué mejor que un despacho de abogados para saber cómo preservar la protección de sus datos?
El cloud computing (o computación en la nube) es un modelo tecnológico accesible desde
cualquier lugar y momento que permite ofrecer a los despachos de abogados
sistemas y aplicaciones informáticas bajo demanda, lo que posibilita, a su vez,
que éstos accedan a las últimas tecnologías a un coste reducido, evitándose
grandes inversiones en hardware y software.
Es preciso
destacar que desde una perspectiva analítica contable, la contratación de
estos servicios provoca la sustitución de una "compra" o alquiler de una máquina, junto su software exclusivo, por un “suministro”. Esta conceptualización del recurso
como gasto en lugar de inversión permite a los despachos de abogados dimensionar
sus necesidades de recursos informáticos y la adaptación de éstos a entornos y contextos
diferenciados y cambiantes.
En la
siguiente infografía, se muestran los principales aspectos a tener en cuenta respecto
de la computación en la nube para los despachos de abogados, con el propósito valorar la
incidencia que éstos pudieran provocar en la seguridad.
2. ¿Cómo debe afrontar un despacho de abogados el problema de la seguridad y confidencialidad de sus datos?
En primer
lugar, es importante explicar que la carga de la responsabilidad sobre la
seguridad del servicio de cloud computing se reparte entre las partes contratantes, de tal manera que a pesar de que la empresa
proveedora deberá encargarse de garantizar la seguridad física en sus centros de
procesos de datos y de mantener sus equipos actualizados, los despachos de
abogados asumirán la responsabilidad de mantener el sistema operativo y las
aplicaciones que instale correctamente configuradas, actualizadas a las últimas
versiones y ajustadas a las indicaciones de seguridad correspondientes, con
independencia del modelo de la contratación y del propio servicio.
Como
garantía al cumplimiento de esta responsabilidad, se llevan a cabo Acuerdos de Nivel de Servicio (ANS), que variarán en función del servicio ofertado y de la
confidencialidad de los datos para cuya gestión se contrata. En el sector
de la abogacía, el tratamiento de estos datos adquiere especial relevancia, ya
que, por su propia naturaleza, se requiere una mayor preservación en cuanto a
autenticidad, fiabilidad y usabilidad. (Para más información consultar el Código Deontológico de la Abogacía Española).
Teniendo esto
en cuenta, es especialmente relevante que, el despacho de abogados lleve a cabo
una evaluación de riesgos lo suficientemente exhaustiva como para ser capaz de
anticipar los posibles incidentes a los que pudieran conducir las amenazas
inherentes a la contratación de servicios de
cloud computing; evaluación que, además, debería verse reflejada en los
antes mencionados ANS.
En el siguiente vídeo se explican más profundamente estas amenazas y riesgos propios de los servicios de computación en la nube:
3. ¿Es el cloud computing un servicio recomendable para despachos de abogados?
Teniendo en cuenta lo explicado anteriormente, y en un mundo en el que la tecnología avanza como mecanismo
para facilitar las tareas del día a día, parece atractivo, a priori, que un despacho de abogados haga uso
del cloud computing para externalizar sus necesidades tecnológicas.
Sin embargo, este servicio no está al alcance de cualquiera, de manera que cada despacho deberá valorar individualmente sus necesidades, recursos, posibilidades, y aptitudes, tanto a la hora de contratarlo como en lo que a su mantenimiento se refiere. Asimismo, en atención a sus capacidades organizativas y de seguridad, será más recomendable optar por un modelo de servicio de nube cuya gestión implique más o menos esfuerzo (SaaS, PaaS, IaaS).
En cualquier caso, todos deberían plantearse la posibilidad de adentrarse en el mundo cloud en prospectiva, ya que, a pesar de los posibles riesgos, ¿qué mejor que un despacho de abogados para saber cómo preservar la protección de sus datos?
Estoy de acuerdo contigo en que un despacho de abogados, como empresa, en primer lugar debe analizar sus necesidades y después ver si es más rentable contratar los servicios cloud frente a la tradicional inversión de hardware y software, siempre teniendo en cuenta el tratamiento de los datos más sensibles y así cumplir con una de sus obligaciones del Código Deontológico: el secreto profesional.
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