En el año 2007, en España se aprueba la ley que pone los cimientos por la apuesta de digitalización de la Administración Pública española. Se implementaron nuevos sistemas de información, que sirvieron para mejorar los expedientes, registros y también la gestión tributaria. Mediante la ley antedicha, se empujaron y se implementaron las relaciones electrónicas con los administrados y las webs institucionales. A pesar de esto, debido a falta de una obligación y plazos para la implantación de los procesos electrónicos y sobre todo a la ausencia de un proyecto que homogeneiza un modelo de Administración digital, no se llevaron a cabo los objetivos planteados. Por lo ante dicho, con la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, que unificó tanto la legislación de ámbito administrativo (Ley 30/1992) como la de administración electrónica (Ley 11/2007), se mejoraron las nuevas relaciones entre la Administración y la ciudadanía. Este hecho se debió a que la legislación introducía por primera vez la obligación de disponer de procesos electrónicos dentro de la Administración y una fecha límite para la implantación de estos sistemas. Destacaremos que tras esta Ley las administraciones públicas han introducido el sistema de gestión interno, llamado también el backoffice, que permitió el trabajo en remoto de un empleado público con su puesto de trabajo, aprovechando la conectividad mediante redes seguras. Esto ayudó a AAPP de seguir adelante en el confinamiento en la época del Covid-19.
Entonces... ¿Necesitamos más avances?
La respuesta es claramente positiva.
1- Debido a que las habilidades digitales de los empleados públicos son insuficientes para llegar a un buen proceso de transformación digital, es necesario que el Gobierno promueve cursos para cubrir el problema de desconocimiento.
2- Debido a que en la gran parte de Administraciónes Públicas, tanto los programas informáticos como equipos físicos son obsoletos, es necesario comprometerse a fomentar a los empleados con material de última generación.
3- El problema fundamental de las AAPP, es que ciertos ciudadanos no tienen conocimientos suficientes o el equipamiento tecnológico necesario, para crear canales que permitan la atención ciudadana (elemento nuclear y el derecho fundamental de las personas) de una forma eficiente electrónica con la Administración.
4- Falta de interoperabilidad.
5- En los últimos años, la forma de relacionarse con AAPP ha cambiado. Como un ejemplo, en el año 2019, el 86 por ciento de la población española había utilizado Internet en los últimos tres meses y el 90 por ciento acceden mediante smartphone. Por lo tanto, la Administración Pública necesita promover nuevas formas de relacionarse, es decir no solo mediante una web, sino también tras las aplicaciones especificas.
"La nueva normalidad ha obligado a acelerar los procesos de digitalización en la sociedad en general, y en la Administración en particular"
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La forma del blog al ser dinámico y esquemático es sencillo de leer. Me ha gustado. :)
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