Esta entrada pretende informar
sobre qué tipo de compañeros puedes encontrarte a la hora de entrar en el
trabajo y como podemos defendernos y/o tratar con ellos sin que ninguno de los
dos sufra consecuencias negativas.
En la mayoría de los sectores, por
suerte o por desgracia, se trabaja en grupo y/o equipo. Por esta razón y aunque
algunas veces deseemos trabajar en solitario, debemos adaptarnos al medio de la
mejor manera posible, pero ¿Cómo adaptarnos si tenemos algún compañero ‘tóxico’
(entendemos por tóxico aquel que no ayuda a buen devenir del grupo/equipo)? La
solución es bastante sencilla, solamente tenemos que reconocer a la ‘fauna’ más
perjudicial y aprender a neutralizar sus efectos.
A continuación, os muestro de
manera comentada algunos de los que David Comí, socio director de Incrementis,
y Jonathan Littman y Marc Hershon, describieron como los más molestos:
El criticón
- ¿Cómo identificarlo? Le encanta comentar los defectos de los demás y sacarlos a
relucir. Necesita desprestigiar para
camuflar su falta de seguridad. El
único objetivo es ofender. Personaliza la crítica: "Lo has hecho
mal", pero no entra en las causas.
- ¿Cómo minimizar su efecto? Para minimizar su efecto no te
pongas a la defensiva, ni entres en su juego. Acéptale sólo la crítica justificada, pero nunca la parte exagerada
o fuera de contexto. Sé asertivo y lánzale preguntas del tipo "¿A qué te
refieres en concreto cuándo…?", "¿cuál es la finalidad de tu
comentario…?"
El impulsivo:
- ¿Cómo identificarlo? Es incapaz de manifestar lo que
siente si no vocifera o golpea la
mesa. Demuestra inmadurez y pérdida de
control. Es como un niño que cree que con pataletas se consiguen las
cosas.
- ¿Cómo minimizar su efecto? Ante un compañero así, no te
tomes sus rabietas como un ataque personal. Espera que se le pase y se calme antes de hablar con él. Sobre todo
usa gestos y un tono de voz que demuestre tranquilidad, comprensión y empatía.
El negativo:
- ¿Cómo identificarlo? Sólo ve problemas a su alrededor.
Encuentra amenazas en todas las propuestas y soluciones y todo le parece "imposible". Utiliza frases como
"creo que saldrá mal…" o "ya te lo avisé…". En su afán
quejica incluso exagera la realidad.
- ¿Cómo minimizar su efecto? Para controlarle déjale hablar y escucha sus objeciones
para que se desfogue. Después trata de que te demuestre lo que dice con pruebas empíricas.
El manipulador
- ¿Cómo identificarlo? Altamente
peligroso.
Utiliza medias verdades para su
propio beneficio. Para él las personas son sólo un medio para conseguir sus
objetivos. Si es necesario crea
malentendidos y no tiene ningún
respeto por la verdad.
- ¿Cómo minimizar su efecto? Comprobar discretamente la veracidad de lo que dice. Responder
siempre a sus engaños y dejarle en
evidencia con sus mentiras. Es fundamental transmitir firmeza y asertividad.
El dictador:
- ¿Cómo identificarlo? Le gusta intimidar y mostrarse arrogante.
Necesita dominar todo lo que le
rodea. Es intolerante con la actitud de los demás y no soporta a los que no
piensan como él.
- ¿Cómo minimizar su efecto? Para convivir con él hay que ir
al grano y estar cargado de hechos. Debes tratarle con respecto, pero de igual
a igual. Nunca te sometas ni
muestres conductas de sumisión, porque pensará que eres débil. Es clave saber
usar con él un tono de voz directo, claro y conciso.
El mentirosillo:
- ¿Cómo identificarlo? Inseguro, desorientado e incapaz
de ser sincero por falta de confianza. El
mentirosillo ante todo quiere caer bien. El motivo principal de que actúe
de esta forma es porque quiere escaquearse de algún problema o no asumir su parte de responsabilidad.
- ¿Cómo minimizar su efecto? No te dejes embaucar por su falsa
amistad. Sé directo y pídele su opinión,
verás cómo se viene a menos.
El ‘hoja de cálculo’:
- ¿Cómo identificarlo? El maniático de manual que
incordia a todo el mundo con su exagerado
sentido de las reglas, a la vez que chupa hasta la última gota de energía y
diversión a cualquier iniciativa.
- ¿Cómo minimizar su efecto? Trata de reconvertirle ayudándole a exponer ideas descabelladas y a
disfrutar de la improvisación.
El ‘oveja’:
- ¿Cómo identificarlo? Defensor de las ideas comunes. No es que sea incapaz de
pensar por sí mismo, sencillamente es que no lo hace porque no quiere. Le
resulta más cómodo seguir el sendero
marcado por la mayoría.
- ¿Cómo
minimizar su efecto? Su
manejo es difícil. Tendrás más oportunidades si tratas con él de forma individual. Además, si ganas a una oveja
para tu causa,
puede que te dé una alegría y atraiga a muchas más.
En las lecturas recomendadas, podemos leer acerca de los roles Belbin, sin embargo creo de especial interés tratar los roles arriba citados, ya que son más comunes de lo que creemos y tenemos que aprender de ellos su parte positiva, pero también debemos reconducirlos, sin que suframos ninguna consecuencia negativa, por el buen camino y así conseguir un grupo cohesionado en la medida de lo posible.
También me voy a apoyar en la lectura recomendada 5 como otra fuente de información, en ella podemos leer que los
grupos pueden ser homogéneos o heterogéneos. Los grupos son homogéneos cuando
sus miembros tienen necesidades, motivos, conocimientos y personalidades muy
similares; los heterogéneos no presentan estas similitudes. Cada organización
necesita de ambos tipos de composición.
Además, en los equipos podemos encontrarnos comportamiento eficaz o no eficaz. Los roles negativos o tóxicos puede provocar comportamientos ineficaces si no sabemos como parar o delimitar a el/los tóxicos de nuestro grupo.
A mi personalmente, este tema es algo que me interesa bastante ya que he trabajado en grupo en muchas ocasiones y llegado a tener grandes enfrentamientos que han podido ser minimizados si nos enseñan cómo debemos actuar frente a ellos. ¿Y tú has tenido alguna vez algún "tóxico" en tu grupo? ¿Tienes un rol tóxico?
Fuente:
Los "tóxicos" a pesar de formar parte de muchos grupos, si que es cierto que a veces se fomenta a que haya este tipo de personas en un equipo. Me explico, cuando una persona no es comprendida, sus ideas no son aprobadas, no se le deja participar, y entre todos, se genera un ambiente que le haga sentir incomodo, es el propio grupo quién mete al ladrón en casa. Por lo tanto, hay que poner todo nuestro empeño y saber que todos somos imprescindibles en el grupo, y hay que generar un ambiente de trabajo óptimo y positivo por el bien de todos. Se puede relacionar también con uno de los ejemplos que se describían en la práctica de la semana pasada de la tabla de Belbin.
ResponderEliminarHola Henry,
EliminarMuchas gracias por leer y comentar mi entrada. Me alegro mucho que te haya resultado de interés.
Estoy completamente de acuerdo en que hay que poner todo el empeño posible para que el ambiente de trabajo sea lo más cómodo posible, ya que está demostrado que es más productivo. Sin embargo, tengo varias ideas en contra de tu argumento (espero que no te importe ;) ), ellas son:
- "Todos somos imprescindibles": En mi opinión, todos debemos ser prescindibles, ya que un grupo o un trabajo no puede depender de una persona. Este problema es bastante común en muchos trabajos, sin ir más lejos, en muchas universidades cuando vas a secretaría tienes que ir a una determinada ventanilla por estudiar una determinada carrera, aún teniendo todos los administrativos/as el mismo cargo. Esto que en principio parece interesante, da muchos problemas cuando una determinada persona enferma, se va de vacaciones o peor aún pide una baja. En ingeniería del software, las empresas se clasifican según CMMI nivel X (siendo x un número del 1 al 5) para conseguir que los proyectos estén en coste y plazo acordado. Digo esto porque este modelo fomenta la "prescindibilidad" de las personas; esto es muy bueno para la empresa, pero realmente es malo para el futuro laboral del trabajador.
- "es cierto que a veces se fomenta a que haya este tipo de personas en un equipo": Desde mi humilde opinión y por lo que he podido observar, esto no es cierto, aunque si hablamos de que la empresa está realizando dinámicas de grupo, entonces si. Otra cosa es un cargo público, en el cuál esto no se tiene en cuenta (por norma general) y el puesto depende de aprobar el examen público y tener los requisitos que se exige.
un saludo y mucho ánimo. :)
Me parece muy interesante tu entrada, Juan Mario, porque creo que todos hemos trabajado en grupo y por tanto nos hemos encontrado con algún "tóxico", y si no es directamente, sí que conocemos a alguien que lo haya tenido. Lamentablemente algunas amigas y yo misma sí que lo hemos sufrido, pero realmente no era ninguno de los roles que comentan David Comí, Jonathan Littman y Marc Hershon. Se trataba del más conocido, en mi opinión, el "jeta". Se podría considerar una "oveja" porque no hace las cosas porque no quiere, pero yo creo que el "jeta" va un paso más allá. Porque no es que siga el sendero marcado por la mayoría, sino que pasa de todo, puede incluso desaparecer y dejarle el trabajo a los demás sin remordimiento alguno. Por esto mismo, no estoy de acuerdo con lo que ha comentado Henry, al menos en el caso del "jeta", él sólo se convierte en "ladrón" y por mucho que le digan los compañeros para que colabore no cambia.
ResponderEliminarDejo aquí un enlace de un artículo sobre distintos roles que se suelen encontrar en un equipo de trabajo, en particular los "mantas" y los "jetas": http://digsys.upc.es/ed/general/curs_PQPI/Modul_3_un_altre_material_per_puzzle_AC.pdf
Hola Verónica,
EliminarMuchas gracias por leer y comentar mi entrada. Me alegro mucho que te haya resultado de interés.
Tienes toda la razón del mundo, no hay nada peor que un jeta :-). Yo creo que el rol al que citas puede clasificarse como "el mentirosillo" porque no hace las cosas y sin embargo quiere aprovecharse del trabajo de los demás, el artículo al que yo hago referencia indica "Sé directo y pídele su opinión, verás cómo se viene a menos." pero claro, ¡como hacer eso con un trabajo escrito o con una exposición o similar!
Creo que hay una gran diferencia entre en entorno educativo y el laboral, dependiendo de la importancia que le de cada a ellos. Es decir que puedes encontrarte un mentirosillo en la universidad y que en su trabajo sea un ejemplo a seguir en cuanto a personalidad laboral se refiere.
Ánimo, nos vemos!
Hola Juan Mario, me parece muy interesante tu manera de ver los diferentes roles negativos que has llamado "tóxicos" que hay en un trabajo en equipo, porque creo que nos los encontramos en muchos ámbitos de la vida cotidiana, como puede ser realizar un trabajo para la universidad,en el propio lugar de trabajo, jugando a un deporte, o en el mismo grupo de amigos a la hora de tomar una decisión, a lo largo del tiempo conocemos gente que va querer manipularnos, mentirnos, criticarnos etc... Por tanto esa lucha contra los "tóxicos" te llevan al éxito en los diferentes ámbitos de la vida.
ResponderEliminarSin duda esos roles van ligados en la personalidad de cada uno y hay que recondicionarlos como tu bien has dicho, también creo que seguro que todos hemos sido alguna vez algún rol negativo de los que has puesto y ser algo egoístas mirando por nuestro propio bien.
Por tanto para no caer en las manos de ninguno de estos personajes hay que tener confianza y seguridad en uno mismo sin importar lo que piensen los demás.
Terminaré diciendo que a mi manera de ver si que tiene que existir en un equipo una persona que haga críticas, que vea el lado negativo de alguna propuesta, que siga una serie de reglas... etc pero siempre dentro de una medida.
Buenos días Jorge,
EliminarGracias por comentar mi entrada y me alegro mucho que te haya gustado.
Si, tienes toda la razón, pero yo creo que es mejor decir que 'todos tenemos una parte de rol negativo que tenemos o tienen que controlarnos' antes de 'también creo que seguro que todos hemos sido alguna vez algún rol negativo de los que has puesto y ser algo egoístas mirando por nuestro propio bien.' ¿no te parece?
Yo hice un test de los roles de equipo Belbin y no salía un rol claro, de hecho obtuve en dos roles un porcentaje en torno al 30% y dichos roles eran finalizador y cohesionador. En definitiva, yo creo que esto es un poco como las dietas, que cada uno tenemos que tener una puesto que nos gustan/apetecen cosas diferentes :-).